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El Renacimiento en Europa y la Cultura Clasica

    Renacimiento es el nombre dado al movimiento que retomó los elementos de la cultura clásica para impulsar la revitalización cultural de los siglos XV y XVI en Europa Occidental.

    Este movimiento planteó una nueva forma de ver al hombre y al mundo, sustituyendo el teocentrismo medieval por el antropocentrismo. Cambia el lugar del hombre en el mundo, hay un gran empuje del individualismo, la primacía del “yo” sobre lo colectivo. Tiene que ver con el renacer del ser humano a una vida verdaderamente “humana” a traves de las artes, las ciencias, la investigación poniendo de manifiesto el ser humano como ser natural en contraposición a la concepción medieval del ser humano como ser-para Dios.

    El desarrollo del Renacimiento coincide con el comienzo de la Edad Moderna, marcada por la consolidación de los estados europeos y los viajes de descubrimiento que pusieron en contacto a Europa y América.

    Como consecuencia del descubrimiento de estos territorios que hacen al “espacio infinito” se desarrolla una gran confianza en el poder y la capacidad de progresar del hombre .

     

    renacimiento y cultura clasica

    Reforma religiosa

    Se trastorna el orden de las cosas existentes y se debilita la autoridad establecida: la iglesia católica.

    Este movimiento surge con Martín Lutero que revisó las doctrinas medievales según el criterio de su conformidad a las Sagradas Escrituras. Particularmente estaba en desacuerdo con la “venta de las indulgencias” impulsada en 1514 por el Papa Leon X. Se vendía a los fieles un papel a cambio de dinero con el que obtenían un lugar especial en el cielo. A partir de ese momento Lutero empieza a publicar libros y es apoyado por el pueblo y los príncipes alemanes. Más tarde es excomulgado por el Papa.

    Lutero debate el celibato de los monjes y se casa con una monja.

    La Biblia empieza a ser traducida al alemán y a otros idiomas logrando popularizarla ya que antes solamente estaba en latín. El surgimiento de la imprenta a fines del siglo XV favorece la distribución de las nuevas ideas de este período.

    Autores como Erasmo de Rótterdam (“El elogio de la locura” 1508) escribían criticando a la iglesia. Revindicaban la creencia en Dios y la lectura de su palabra sin intermediarios y propugnaban la no obediencia al cura.

    En Inglaterra la Reforma es desencadenada por el deseo del rey Enrique VIII de lograr la anulación de su matrimonio. Después de la separación de Roma, por el Acta de Supremacía Real, el rey se convirtió en jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra, que devino en una iglesia nacional independiente de Roma. A partir de ese momento en Inglaterra hubo muchas disputas teológicas que desencadenaron una guerra civil cuyo resultado fue la instauración de una iglesia oficial del estado y el reconocimiento de varias otras iglesias y movimientos religiosos, incluyendo la Iglesia Católica Romana.

    El nuevo mundo

    El individualismo está reflejado en el nombre de las obras de arte, la presencia de lo subjetivo es clara al ser el título el nombre del protagonista. Antes los títulos eran el problema sobre el que trataba la obra.

    El renacimiento es también el regreso a explorar las culturas antiguas, la imitación de los antiguos es lo que le permite al hombre conocer. Sin embargo, regresar a lo antiguo no significa sólo la recuperación de su obra, si no fundamentalmente el retorno a los orígenes de la vida cultural del ser humano. Volver al principio no significa volver a Dios, sino precisamente todo lo contrario, es volver al terreno del hombre y del mundo humano. El que este regreso a lo antiguo se efectúe mediante las artes y las ciencias, y no mediante experiencias místicas interiores, por ejemplo, significa una búsqueda de la objetividad. Sólo la objetividad puede poner en evidencia el status original del hombre frente a la naturaleza, es decir, manifestar su origen y su condición humana.

    El Diálogo sobre los dos sistemas del mundo de Galileo Galilei privilegia el movimiento y lo que cambia sobre la inmutabilidad impuesta por la iglesia. El hombre es libre, puede modificar su destino, rompe con el conformismo y el estatismo impuesto por la iglesia. Exalta su libertad individual tanto en el orden teológico como en el orden cultural y social. En el plano cultural, el individualismo está reflejado en el nombre de las obras, la presencia de lo subjetivo es clara al ser el título de la obra el nombre de su protagonista. Antes, los títulos eran el problema sobre el que trataba la obra.