El 1º de enero de 1994 entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, en inglés) que conformó una sociedad mercantilista entre México, Canadá y Estados Unidos. Organizaciones campesinas y obreras mexicanas veían el inminente saqueo de los recursos naturales como la tierra y la apropiación de los factores productivos mexicanos, sobre todo los concernientes a la alimentación. Ese mismo día a la madrugada, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) tomó la mayoría de los edificios administrativos de la ciudad de San Cristóbal de las Casas, ubicada en el estado de Chiapas. La agrupación marxista se levantó exigiendo la plena defensa de derechos colectivos e individuales negados históricamente a los pueblos indígenas mexicanos, y la construcción de un nuevo modelo de nación que incluya a la democracia, la libertad y la justicia.
El enfrentamiento no se llevó ningún muerto, ya que la ocupación se realizó sin declaraciones previas y con una estrategia formulada minuciosamente. Al tomar los principales edificios administrativos de la ciudad, el jefe de estado mayor del EZLN, Subcomandante Insurgente Pedro, emitió la Declaración de la Selva Lacandona, en la cual, tomando las premisas del revolucionario indigenista Emiliano Zapata, le declaran la guerra al estado mexicano y exigen en nombre de todo el campesinado, “trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz». A continuación, el ejército guerrillero se encaminaría a la toma de las ciudades de Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo, Oxchuc, Huixtán y Chanal.
El 2 de enero de 1994, intentan el ataque a la XXXI Zona Militar mexicana, que controlaba la seguridad de la zona sur del país, el combate duró más de diez horas, pero los oficiales de infantería lograron vencer a los insurrectos, obligándolos a replegarse selva adentro.
El ejército mexicano, para evitar el avance del EZLN hacia el Distrito Federal, ya custodiaba los caminos y ciudades cercanas a los levantamientos. Fue en Ocosingo donde 1800 militares atacaron a un grupo de rebeldes que mantenían protegida la ciudad, resultando muerto el jefe de estado mayor zapatista y 66 insurgentes.
El 3 de enero los zapatistas capturaron al General Absalón Castellano Domínguez, ex gobernador de Chiapas. Pero durante los ocho días siguientes, el EZLN había perdido sustancialmente su capacidad ofensiva, el Ejército mexicano había tomado el control de todas las cabeceras municipales que los rebeldes habían sabido ocupar, acabando así con la premisa de la Declaración de la Selva Lacandona que vaticinaba la marcha hacia la capital y la posterior ocupación del Distrito Federal mexicano. El levantamiento se vio ultimado en manos del ejército.
El 6 de enero, el presidente Carlos Salinas de Gortari, se dirige por primera vez desde el inicio del levantamiento a la nación mexicana. En ese comunicado ofrece el perdón a quienes licencien las armas y realiza una acusación al EZLN por recibir un supuesto apoyo militar del extranjero, cosa que los insurrectos desmienten. Luego de este mensaje oficial, los rebeldes intentan una resolución negociada con el Estado, éste accede y nombra como comisionado para la Paz y la Reconciliación en Chiapas a Manuel Camacho Solís. Luego se verán algunos intentos de ofensiva por parte del EZLN que serán frustrados nuevamente.
El 1º de marzo el Ejército Zapatista presenta al gobierno de Salinas una solicitada con sus demandas de justicia y paz, a lo que el primer magistrado responde positivamente pero proyectando a futuro. A esto devendrán jornadas de negociaciones entre los indigenistas y el estado, acabando el 22 de marzo sin ningún acuerdo concreto. Es en este momento dónde el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional deberá plantearse una salida política y constitucional a sus demandas ya centenarias.
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