La era del ferrocarril y de la navegación a vapor fue una época de profundas modificaciones técnicas en la vida latinoamericana. Muchos historiadores, incluso, llamaron a esta era “el comienzo de la era industrial latinoamericana”. Sin embargo, debemos separarnos de este intento, sabiendo que este proceso no fue un proceso autónomo, sino un proceso dependiente cuyas innovaciones tenían orígenes extranjeros y respondía a la necesidad de las economías industriales de expandirse hacia Latinoamérica.
No solo eso, sino que además, el personal que se encargó de aplicar las nuevas técnicas e innovaciones también era extranjero, en parte por “derecho” y en parte porque las universidades latinoamericanas se focalizaban sobre ciencias humanísticas como la abogacía, pero la enseñanza técnica en todos sus niveles estaba debilitada.
El proceso de tecnificación de la economía y de otros campos de la vida latinoamericana, a parti de mediados del siglo XIX, dependió de que Europa estuviese en condiciones de favorecerlo. Hubo transformaciones e innovaciones técnicas que fueron radicales, transformando positivamente el medio, pero también hubo aplicaciones mal estudiadas y hechas de apuro, en especial por presiones del sector exportador. Estas últimas tuvieron consecuencias dicutibles. Por último, hubo otras transformaciones orientadas al consumo latinoamericano, que económicamente, fueron desfavorables, al destinar el progreso de la civilización a consumo antes que a la producción.
La aplicación de nuevas técnicas venía produciéndose en Latinoamérica desde hacía varios años atrás, sin embargo, podemos afirmar que el gran impulso quese dió en este período, fue causado por dos circunstancias muy importantes:
- Las innovaciones eran trascendentes. Tanto a navegación a vapor como la construcción de ferrocarriles fueron dos innovaciones que fueron bisagras de dos momentos históricos bien diferenciados.
- La tecnificación del sector agro-exportador, lo cual era absolutamente necesario, aunque trajo resultados débiles.
A estas dos causas primordiales, se suma la existencia en Europa de grandes capitales, especialmente británicos, los cuales estaban en perfectas condiciones financieras de realizar estas transformaciones.
Vínculo externo: http://www.rcci.net/globalizacion/2009/fg893.htm
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