Cuando hablamos de inclusión áulica y lo que conlleva el tema, tenemos que planificar nuestro currículo para dicha formación y cada actividad tiene que tener una correlatividad para luego poner en práctica un método operativo-participativo que vamos a formular en el aula.
Esto presume el uso del método cognitivo es decir: el docente tiene que enseñar a aprender a sus alumnos para que logren elaborar, organizar e integrar los objetivos para que lo puedan asumir como propio.
En el ámbito de la educación, la tecnología informática ofrece al los alumnos/as, las posibilidades de adquirir conocimientos y habilidades que necesitan en una sociedad en donde la informática se extiende cada día mas. Tienen valor funcional que enriquece al desarrollo de las capacidades individuales y grupales.
Por su valor pedagógico podemos aseverar las siguientes cualidades de la misma: Interactividad y retroalimentación. El ordenador es la parte donde la integración de diferentes sistemas ofrece manejar, no solo los datos numéricos y alfanuméricos, sino las imágines y sonidos para incentivar los sentidos del niño, teniendo así nuevas experiencias.
La informática bien utilizada, es la gran herramienta que sirve para apoyar y motivar el proceso de educción en todas las áreas educativas. Se pretende que a partir de la informática, los niños conozcan el uso de los sistemas sencillos de tratamiento de la información, creando pautas y hábitos para transferirlos a sus trabajos áulicos.
Entonces, a través de proyectos a mediados plazos, se realiza la conexión con objetivos curriculares de otras materias. En cualquier objetivo debemos lograr situaciones problemáticas ya que tienen una mayor tensión en la activad mental, asimismo hacer participar en lo posible a todos para superar dificultades e incentivar las cualidades individuales que función en forma grupal.
Esto hace que el alumno empiece a resaltar sus tributos que quizás tenía oculto, y por supuesto enaltecer el orgullo personal. Esta condición es un de las principales de los ejes motivadores para cualquier ser humano, el hecho de saber que “pude superarme” los hace más fuerte y con ganas de continuar esforzándose en las próximas tareas, en definitiva lo que llamamos actitud de superación.
También se logra con una permanencia del docente incitando al alumno con preguntas ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Cómo? Son preguntas que se realizan ellos mismos y muchas veces el docente las tiene que regresar de la misma manera ¿Para qué te parece que vamos a realizar esto?
Los niños empiezan opinar y esas preguntas se trasforman en sus respuestas. Debemos aplicar los conocimientos y técnicas aprendidas en situaciones de la realidad ya que son esas experiencias que van a quedar asumidas en ellos alumnos para siempre, como el hecho de cultivar el trabajo autónomo con la motivación y el esfuerzo.