Los padres son fundamentales para estimular a sus hijos a estudiar y a crear un clima de confianza para que ante cualquier dificultad recurran a ellos. No deben ser agobiantes pero deben tener una observación constante de la actitud, hábitos y las posibles dificultades. Los padres pueden colaborar buscando materiales como libros, apuntes, etc. y también pueden ayudar enseñando a usar esos materiales.
Los padres siempre tienen que evitar hacer comentarios negativos de los profesores o de las materias, tienen que ser positivos ante el estudio. En muchas oportunidades pueden ayudar a entender alguna idea o resolver algún ejercicio o problema, pero nunca tienen que dejar que estudien “de memoria”, tienen que estimular a sus hijos a aprender a estudiar comprendiendo las ideas, y a su vez a que aprendan a separar las ideas principales de las secundarias.
Siempre se tiene que procurar un lugar cómodo de estudio y establecer un horario así le inculcaremos la importancia de organizar y aprovechar adecuadamente el tiempo y así su hijo no tendrá que dejar de lado sus actividades favoritas. Todas estas actitudes de los padres tienen que tener como fin último el favorecer la autonomía de los hijos.
Es prioritario que los padres estimulen a sus hijos en el hábito de la lectura, que es la que le permite tener acceso al conocimiento. Estimular la lectura desde niños es positivo para el desarrollo en toda la etapa escolar, pero recordando que lo que le demos para leer sea lo adecuado para su edad, observando que entienda lo que lee, ya que la dificultad para la lectura y la no comprensión son las principales causas del fracaso escolar. Siempre que en la casa nuestros hijos observen que hay respeto por el estudio se sentirán motivados. El éxito de los hijos no sólo depende del colegio donde estudien. Los padres también son responsables de sus valores y hábitos que van adquiriendo durante el aprendizaje.