Durante la década de 1970, en Argentina funcionó un escuadrón paramilitar destinado a combatir el avance y la proliferación de la ideología comunista en el país denominado Alianza Anticomunista Argentina, la Triple A. Este organismo, funcionaba de manera clandestina cometiendo asesinatos, secuestros y torturas contra cientos de guerrilleros y políticos pertenecientes a partidos de izquierda. Su creación, organización y aplicación fueron comandadas por el Secretario Personal y Ministro de Bienestar Social de Juan Domingo Perón: José López Rega. En el año 1973, la Triple A fue conformada utilizando recursos del Ministerio que presidía López Rega, con la colaboración del el Comisario General de la Policía Federal Argentina, Alberto Villar.
El movimiento peronista se encontraba dividido entre los más acérrimos seguidores de la escuela de Perón que se mantenían en una posición ortodoxa y los que se los consideraba como la izquierda peronista. Uno de los referentes más importantes de la derecha peronista fue el Secretario General de la Confederación General del Trabajo, José Ignacio Rucci, a quien el General Perón le tenía un particular aprecio. En 1973, Rucci fue asesinado por integrantes de Montoneros, aunque la dirigencia del partido guerrillero nunca se vinculó con el homicidio. A partir de ese momento, la persecución a los hombres relacionados con la ideología marxista comenzó a ser una realidad: en 1974 el grupo paramilitar instó a diputados pertenecientes a la izquierda a que renunciaran amenazándolos de muerte. Tanto fue así que el 31 de julio de 1974 fue asesinado el diputado Rodolfo Ortega Peña tras negar su desvinculación del Congreso.
La cantidad de crímenes cometidos por la Triple A se aproxima a los 1500, entre ellos se encuentran 428 asesinatos. Asimismo provocaron el exilio masivo de artistas, periodistas y pensadores argentinos tras una constante amenaza de muerte. En el año 2006, el Juez Federal Norberto Oyarbide catalogó estas acciones como delitos de lesa humanidad.