Para que todo alumno, independientemente del nivel educativo que curse, pueda ser exitoso, es fundamental que aplique de manera acertada la metodología de estudio necesaria para llevar adelante sus anhelos de aprobación de las materias correspondientes.
Existen dos grandes partes a tener en cuenta en el estudio y posterior presentación de una materia:
1- Desarrollo del estudio en el hogar
Cada alumno debe fundamentalmente ser organizado para tener éxito. El material de estudio debe ser accesible y claro en todo momento. El manejo y buen aprovechamiento del tiempo es clave, ya que no es lo mismo estudiar una hora de manera concreta, que tres o cuatro sólo divagando entre los escritos.
Estudiar de memoria, palabra por palabra, es el principal error en el que incurren la mayoría de los estudiantes. Se debe estudiar la idea y entender el concepto fundamental como tal; evitando así estar sujetos a que, si se olvida una palabra, el desarrollo del tema se derrumbará irremediablemente.
Los pasos básicos para un buen entendimiento del tema son básicamente seis: la pre lectura, la lectura comprensiva, el subrayado, el resumen, el apoyo de gráficos y el repaso final.
2- Presentaciones en clase
Utilizar los recursos técnicos adecuados en la oratoria ayudará rotundamente. Lograr hablar bien en público permitirá explotar al máximo el potencial que ofrece la expresión oral y corporal.
Se puede preparar antes de una presentación material de altísimo nivel, pero la gente va en busca de escuchar un orador, no solo a una persona que lee un texto de manera sistemática y monótona.
Las ideas bien distribuidas darán como resultado una expresión clara. Por esa razón es imprescindible organizar mentalmente los conceptos estudiados en el hogar. Nunca se debe priorizar estudiar a último momento a cambio de horas de descanso, ya que un cerebro bien descansado es siempre un salvavidas que buscará encontrar a través de la memoria las respuestas necesarias.