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Literatura Argentina en la década del 30

  • Este debate tiene 5 respuestas, 1 mensaje y ha sido actualizado por última vez el hace 13 años, 5 meses por Anónimo.
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  • #2376
    Anónimo
    Invitado

    El malestar de la crisis política y económica de 1930 incide hondamente en la literatura argentina. Durante la década se publican los denominados «ensayos de interpretación nacional» que recogen una intuición acerca de la finalización de un ciclo histórico y que denuncian, con dramatismo, la caducidad de fórmulas ideológicas y modos de vida: El hombre que está solo y espera (1931), de Raúl Scalabrini Ortiz; Radiografía de la pampa (1933), de Ezequiel Martínez Estrada; e Historia de una pasión argentina (1937), de Eduardo Mallea. La visión más pesimista sobre el futuro del país es la de Ezequiel Martínez Estrada (1895-1965), que piensa que la Argentina, por su constitución, no tiene posibilidad de reparar aquellos pecados sobre los que fue fundada. Poeta modernista en sus comienzos (Oro y piedra, 1918; Argentina, 1927), con Radiografía de la pampa cancela lo que él denomina «la adolescencia mental y la época de vida consagrada al deporte, a la especulación y al culto de las letras» para definir una nueva forma de relacionarse con lo público y con el campo cultural. Una de las hipótesis centrales de Radiografía de la pampa es el carácter reflejo de la cultura americana respecto de la cultura europea, que incorporó lo europeo en un espacio culturalmente vacío. Con estos comienzos, la cultura en América no puede ser sino una cultura de máscara dado que el primer producto poblacional ya fue un producto degradado porque fue un producto mestizo, resultado de una violación. El proceso de mestizaje ha vencido sobre cualquier posibilidad de generar tipologías y valores que permitan incorporar a la Argentina en el mundo moderno, el mundo del trabajo y del intelecto. Por lo tanto, Martínez Estrada lee el pasado y el presente de la Argentina desde un pecado de origen que predestina el futuro del país, un origen determinado por el mestizaje y el simulacro, al que David Viñas denomina fatalismo telúrico, una perspectiva irracionalista que tiene como rasgos centrales una circularidad repetitiva contrapuesta a toda posibilidad de cambio, la versión naturalista que bloquea todo reconocimiento histórico, y el uso de la categoría de destino que predispone de antemano el desarrollo de la historia.(leer más)

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    #2378
    Anónimo
    Invitado

    He leído a Borges y realmente es muy bueno, tanto en prosa como en poesía.-

    #2382
    Anónimo
    Invitado

    Si, yo también leí a Borges y es muy bueno. También es muy bueno Ernesto Sábato, te recomiendo: «El Túnel».

    #2444
    Anónimo
    Invitado

    «El Túnel» es genial realmente. Otro muy muy bueno es «El Aleph»: para mí el mejor cuento del Maestro Borges.

    #2449
    Anónimo
    Invitado

    El soneto al vino, de Borges es mortal!! la forma más poética de ser un borrachín 😛

    #2532
    Anónimo
    Invitado

    No se olviden de Julio Cortázar aunque creo que es un poco posterior al 30 🙂

    Dami.

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